Zachary B. Lamb, profesor de la Universidad de California (UC) Berkeley, y Lawrence J. Vale, profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), presentan en el libro “La ciudad resiliente y equitativa”, una obra que aborda uno de los desafíos más apremiantes de nuestro tiempo: la intersección entre la justicia social y la adaptación climática en entornos urbanos. A través del análisis exhaustivo de doce casos de intervenciones globales en planificación y diseño urbano, los autores develan las complejidades inherentes a la construcción de resiliencia urbana con un enfoque en la equidad. Su relevancia trasciende el ámbito académico, ofreciendo lecciones prácticas para urbanistas, formuladores de políticas y comunidades que enfrentan los efectos del cambio climático.
La tesis central de esta obra es que la resiliencia urbana ante el cambio climático debe integrar necesariamente la justicia social para ser efectiva y sostenible. A través del análisis exhaustivo de casos globales, los autores desarrollan y validan el concepto de “resiliencia equitativa”, demostrando cómo las intervenciones urbanas pueden simultáneamente abordar vulnerabilidades climáticas y desigualdades sociales. Este concepto se diferencia de la resiliencia tradicional porque no solo busca reducir la vulnerabilidad ante desastres ambientales, sino que también atiende la equidad en términos de seguridad, medios de vida y gobernanza. Así, el libro logra el propósito de proporcionar un marco conceptual y metodológico para evaluar y promover la resiliencia urbana equitativa, respaldado por evidencia empírica rigurosa y casos de estudio diversos.
Aunque la resiliencia urbana y la equidad ya han sido objeto de análisis en la literatura académica, la propuesta de Lamb y Vale introduce una articulación novedosa entre ambos conceptos. A diferencia de otros enfoques que tratan estos temas de manera separada o con énfasis en casos particulares, esta obra desarrolla un marco analítico integral (legs) que permite evaluar y promover la resiliencia equitativa en diversos contextos urbanos. Este aporte metodológico no solo amplía el debate sobre la justicia social en la adaptación climática, sino que también proporciona herramientas concretas para su aplicación en la planificación urbana
La obra está estructurada en torno al marco analítico legs (Livelihoods, Environment, Governance, and Security), que evalúa la resiliencia equitativa mediante cuatro dimensiones interrelacionadas: Medio ambiente, Seguridad, Medios de vida y Gobernanza. Cada una aborda un aspecto clave para garantizar que las intervenciones urbanas no solo mitiguen riesgos climáticos, sino que también promuevan la equidad social.
Medio ambiente se centra en la reducción de vulnerabilidades ante amenazas climáticas, asegurando que las comunidades más desfavorecidas no solo sean protegidas, sino que también puedan beneficiarse de infraestructuras resilientes y sostenibles. Ejemplos como el Distrito de Resiliencia de Gentilly en Nueva Orleans y la iniciativa oasis en París muestran cómo proyectos urbanos pueden mejorar la relación con el entorno natural, aunque enfrentan desafíos como la gentrificación verde y la resistencia de los residentes.
Seguridad abarca la protección contra el desplazamiento forzado, garantizando acceso estable a la vivienda y recursos básicos. Casos como Pasadena Trails en Texas y Baan Mankong en Tailandia resaltan la importancia de la tenencia segura, aunque evidencian la dificultad de escalar estos modelos sin perder sus principios comunitarios.
Medios de vida explora cómo las iniciativas urbanas pueden fortalecer la economía local sin generar desplazamiento. Experiencias como Living Cully en Portland y Dafen en China muestran diferentes estrategias para promover empleos sostenibles, aunque enfrentan tensiones con la especulación inmobiliaria y la desigual distribución de beneficios.
Gobernanza enfatiza la participación activa de las comunidades en la toma de decisiones sobre su propio desarrollo. Iniciativas como Thunder Valley en la Reserva Pine Ridge (EE. UU.) y el proyecto del Caño Martín Peña en Puerto Rico ejemplifican cómo la autogestión y la propiedad colectiva pueden fortalecer la resiliencia social y climática, aunque dependen de negociaciones con entidades gubernamentales para su sostenibilidad a largo plazo.
De este modo, la investigación, desarrollada a lo largo de una década en colaboración con la Iniciativa de Vivienda en Ciudades Resilientes del MIT, abarca doce intervenciones urbanas en cinco continentes. Los casos fueron seleccionados estratégicamente para maximizar la diversidad en términos de geografía, tipos de riesgos climáticos, y escala y tipo de intervención.
Para un mayor detalle, los casos analizados son:
Distrito de Resiliencia Gentilly (EE. UU.): Reformulación de la relación de un vecindario de Nueva Orleans con las aguas pluviales.
Paraisópolis (Brasil): Reubicación de residentes en áreas propensas a inundaciones.
Proyecto oasis (Francia): Transformación de patios escolares en espacios de aprendizaje y refugio climático.
Pasadena Trails (EE. UU): Reducción de vulnerabilidad a inundaciones en un parque de casas prefabricadas.
Comunidad María Auxiliadora (Bolivia): Infraestructura de agua y seguridad habitacional mediante tenencia colectiva.
BaanMankong (Tailandia): Control comunitario de mejoras de infraestructura en asentamientos informales.
Living Cully (EE. UU.): Capacitación en infraestructura verde y justicia energética en Portland.
Yerwada (India): Reurbanización in situ preservando acceso a medios de vida.
Dafen (China): Comunidad de productores de arte en Shenzhen.
Thunder Valley (EE. UU.): Desarrollo comunitario liderado por el pueblo Lakota.
Kibera (Kenia): Construcción de espacios públicos mediante diseño participativo.
Caño Martín Peña (Puerto Rico): Fideicomiso de tierras comunitarias para evitar desplazamiento.
La metodología empleada en la investigación destaca por su rigurosidad y amplitud, pero también por su interdisciplinariedad. Los autores desarrollaron un enfoque multinivel que incluye revisión exhaustiva de literatura, entrevistas a profundidad y observación directa. Un aspecto particularmente innovador fue la colaboración con hablantes nativos para acceder y analizar literatura académica, informes técnicos y medios de comunicación en nueve idiomas diferentes: inglés, francés, español, portugués, mandarín, maratí, hindi, suajili y tailandés. Esta aproximación multilingüe permitió capturar matices culturales y contextuales esenciales para comprender cada caso. Para cada intervención, los investigadores realizaron entrevistas con una amplia gama de actores, incluyendo líderes de proyectos, personal operativo, miembros de las comunidades afectadas, urbanistas, diseñadores, funcionarios gubernamentales y críticos potenciales. Además, las visitas de campo incluyeron documentación exhaustiva mediante fotografías, videos, grabaciones de audio y dibujos, proporcionando un registro detallado de cada proyecto en su contexto específico.
El libro es relevante por su contenido analítico y metodológico, pero también por su diseño visualmente atractivo y funcional. A lo largo de sus páginas, se incluyen mapas, diagramas y fotografías que enriquecen la comprensión de los casos de estudio. Estas imágenes no solo complementan la narrativa, sino que también permiten visualizar la diversidad de contextos urbanos analizados. La claridad del diseño facilita la lectura y el acceso a la información clave, lo que lo convierte en una obra accesible tanto para académicos como para profesionales del urbanismo y la planificación.
Entre los puntos fuertes del libro destaca precisamente esta robusta metodología de investigación, que permite un análisis profundo y matizado de cada caso. La diversidad geográfica y contextual de los casos seleccionados fortalece la validez de las conclusiones y demuestra la aplicabilidad del marco legs en diferentes contextos. El libro sobresale por su capacidad de vincular teoría y práctica, ofreciendo tanto un marco conceptual sofisticado como ejemplos concretos de implementación, todo ello respaldado por una base empírica sólida y diversa.
Esta obra tiene un gran valor para las y los lectores de la revista “Vivienda y Comunidades Sustentables”. Su énfasis en la equidad como componente esencial de la resiliencia urbana resulta particularmente relevante para el contexto latinoamericano, donde las vulnerabilidades climáticas frecuentemente se entrelazan con desigualdades socioeconómicas históricas. La metodología presentada ofrece herramientas para investigadores y profesionales interesados en desarrollar intervenciones urbanas que promuevan simultáneamente la adaptación climática y la justicia social. La obra constituye una contribución significativa al campo del desarrollo urbano sostenible, proporcionando un marco integral y una metodología robusta para evaluar y diseñar intervenciones que beneficien a las comunidades más vulnerables mientras fortalecen la resiliencia urbana ante el cambio climático.
Finalmente, este libro puede convertirse en un referente para quienes trabajan en el desarrollo urbano sostenible, la planificación urbana y la justicia social. Su combinación de teoría, metodología y estudios de caso prácticos la convierte en una lectura indispensable para académicos, profesionales y tomadores de decisión. En un mundo cada vez más afectado por la crisis climática, este libro proporciona herramientas críticas para diseñar ciudades más resilientes y equitativas.
La ciudad resiliente y equitativa: Solidaridad y luchas ante la crisis climática Zachary B. Lamb y Lawrence J. Vale. Cambridge: MIT Press, 2024. Serie Urban and Industrial Environments. isbn electrónico: 9780262380959. 468 páginas. Disponible en: https://doi.org/10.7551/mitpress/14961.001.0001
La ciudad resiliente y equitativa: Solidaridad y luchas ante la crisis climática Zachary B. Lamb Lawrence J. Vale CambridgeMIT Press2024978026238095946810.7551/mitpress/14961.001.0001